De Daniel Strain | 6 de julio de 2017
En la percepción pública, los árboles han ganado la reputación como los “pulmones verdes” de una ciudad que tira los contaminantes al aire y devuelve oxígeno. Pero un nuevo estudio complica esa imagen. Una investigación de la metrópolis de Berlín muestra que los espacios verdes, desde los bosques hasta los parques públicos, pueden intensificar la contaminación por ozono en las ciudades, un efecto que se manifiesta durante las olas de calor. Durante una fuerte temporada de calor en 2006, las plantas de Berlín contribuyeron hasta el 60% de la contaminación observada de ozono, con riesgos potenciales para la salud de los habitantes de la ciudad.
El problema, según el informe de los investigadores en Ciencia y Tecnología Ambiental, se reduce a una clase de productos químicos llamados compuestos orgánicos volátiles, o COV. Las hojas de las plantas eliminan los COV naturalmente. Pero algunos de estos gases también pueden provocar reacciones químicas en el aire y formar ozono a nivel del suelo, el cual es un contaminante dañino para la gente, especialmente aquellos con enfermedades respiratorias preexistentes. El verano es una gran preocupación porque las plantas aumentan la cantidad de COV que emiten durante el calor.
Para saber cuántos árboles y otras zonas verdes podrían influir en la calidad del aire en las ciudades, un grupo de investigadores alemanes se concentró en la ola de calor desagradable del verano de 2006. La capital alemana es un laboratorio ideal: espacios verdes como el parque Tiergarten, bosques e incluso una cervecería junto al lago, sitios que ocupan aproximadamente el 35% del área de la ciudad.
Los investigadores monitorearon el aire en sitios alrededor de Berlín y el área circundante durante la ola de calor del 2006. Luego, usando simulaciones por computadora, calcularon cuánto árboles contribuyeron a la contaminación por ozono en la ciudad. Los resultados fueron potencialmente preocupantes: las áreas verdes de Berlín fueron responsables en promedio del 12% de las concentraciones de ozono, durante el verano de 2006, una influencia que alcanzó su punto máximo durante la parte más calurosa del año que fue el mes de julio.
Es difícil decir qué impacto tuvo este incremento en los berlineses. La ola de calor provocó que las tasas de mortalidad alrededor de la ciudad subieran un 20% y los investigadores mencionan que la contaminación por ozono podría empeorar los impactos del clima caluroso en la salud. Sin embargo, no recomiendan depurar la ciudad de la vida verde. Los árboles traen muchos beneficios a un área urbana. Enfrían las ciudades y extraen del aire otros gases no deseados como el dióxido de carbono. Habría que pasar una tarde en Tiergaten, para ver a los residentes y turistas de Berlín disfrutando también de otros beneficios, desde correr hasta explorar las zonas turísticas.
Sin embargo, el equipo sostiene que puede ser importante combinar las campañas de plantación de árboles con los esfuerzos para reducir la contaminación del aire, como la producida por los tubos de escape de automóviles. Es una situación de “ganar-ganar” para los amantes del aire limpio y cervezas alemanas.
Fuente: G. Churkina et al. Efecto de las emisiones de COV de la vegetación en la calidad del aire en Berlín durante una ola de calor. Ciencia y Tecnología Ambiental. Publicado en línea el 17 de mayo de 2017.
Traducción: Brenda Moreno Espinosa