Cambiar el comportamiento versus cambiar los valores: Un argumento sobre como salvar a la naturaleza

Traducido por María Fernanda Enríquez

¿Con el objetivo de proteger a las especies de la extinción, y prevenir el empobrecimiento de la vida no humana en la tierra, es necesario cambiar los valores de las personas – o deberían los ciudadanos que aman a la naturaleza trabajar dentro de los sistemas de valores actuales, buscando transformaciones más prácticas que radicales?

Es una pregunta existencial para medio ambientalistas y conservacionistas, y surgió en un debate que se puso en marcha a principios de este año cuando investigadores liderados por Michael Manfredo, un psicólogo social en la Universidad Estatal de Colorado publicaron un papel sobre valores, cambio y conservación en Conservation Biology.  ¿Se preguntan “por qué las personas parecen no preocuparse por la pérdida de biodiversidad sin precedentes y por qué la sociedad no actúa en base a las calamitosas predicciones?  “Las investigaciones brindan una respuesta desconcertante a esta pregunta:  muchas personas simplemente no priorizan el medio ambiente como una preocupación importante en relación con otros temas en sus vidas.”

Los conservacionistas han ansiado por mucho tiempo cambiar esas prioridades para inculcar un sentido de cuidado y responsabilidad que se extiende más allá de nuestra propia especie – y mientras es verdad que los cambios en valores llevan a cambios sustanciales en el comportamiento, Manfredo y colegas hicieron uso de una literatura de ciencias sociales que encontró que los valores son extremadamente difíciles de cambiar.  Están “profundamente arraigados en una red de cultura material, comportamientos colectivos, tradiciones, e instituciones sociales,” según explicaron.  “La mayoría de cientistas sociales apoyaría esta visión,” según el equipo de Manfredo, de que “el cambio deliberado de valores es improbable.”

En su lugar, ellos piensan que los conservacionistas deberían enfocarse en encontrar maneras de cambiar el comportamiento y las actitudes dentro de los sistemas de valores actuales – una receta que los cientistas de la sostenibilidad Joern Fischer de Leuphana University of Lüneburg y Chris Ives de University of Nottingham llaman derrotista en su propia réplica respecto al argumento de Manfredo en Conservation Biology. “El momento en que individuos y organizaciones no buscan más cambio,” advierte Fisher e Ives, “ellos mismos se sabotean su oportunidad de crear activamente un mundo mejor.”

“Los cambios en valores humanos, orden social, y cultura, aunque son difíciles, son necesarios si queremos parar la extinción,” escriben.  Señalan el trabajo seminal de los analistas de sistemas Donella Meadows, quien a fines de los noventas artículo doce “puntos para apalancar” el cambio desde lo superficial a lo profundo.  “Ahora mismo, la mentalidad de la conservación está dominada por puntos de apalancamiento superficiales – por ejemplo esquemas agroambientales, pagos de carbón y la intensificación sostenible de la agricultura,” según Fisher and Ives, quienes consideran esto como “tratamiento de los síntomas, no de las causas.”

Puntos de apalancamiento más profundos — cambios de valores — “pueden traer cambios transformativos en el sistema,” según explicaron, y lo que se necesita no es nada menos que cambios en los valores de dominación de la naturaleza y crecimiento económico perpetuo que han acompañado el capitalismo industrial. Fischer e Ives señalan el progreso en los derechos de las mujeres y minorías como ejemplos de cuan profundos pueden ser los cambios de valores.

Algunas investigaciones sugieren que los valores pueden ser cambiados a través de debate, y se necesita más investigación sobre cómo sucede.  A lo cual el equipo de Manfredo responde que, aunque sería bienvenido, “el cambio intencional en valores sociales no es realístico.”  Es mejor enfocarse en alterar el comportamiento de los individuos antes que los valores sociales.  “La sociedad está claramente lejos de ser capaz de alcanzar cambios deseables de valores,” según Manfredo y colegas, “o aún más de entender si estos cambios son siquiera posibles.”

El debate podría continuar indefinidamente, por lo menos por ahora.  No se sabe lo suficiente científicamente acerca del comportamiento y valores para declarar un ganador.  Mientras tanto, la conservación subraya un punto importante, uno en que ambos grupos estarían de acuerdo: preservar el Antropoceno rico en abundancia y diversidad biológica no es simplemente un tema que requiere conocer que hábitats necesitan ser protegidos y como los sistemas industriales pueden ser más sostenibles.  Requerirá un entendimiento más profundo de los individuos y la psicología social.  Necesitamos conocer en primer lugar que hace posible el cambio.

Fuentes: Ives, Christopher D. and Fischer, Joern. “The self-sabotage of conservation: reply to Manfredo et al.Conservation Biology, 2017.

Manfredo et al. “Why social values cannot be changed for the sake of conservation.” Conservation Biology, 2017.

Manfredo et al. “Revisiting the challenge of intentional value shift: reply to Ives and Fischer.” Conservation Biology, 2017.

Imagen: Robert Couse-Baker / Flickr

Sobre el autor: Brandon Keim es un periodista independiente que se especializa en ciencias, animales y naturaleza y es autor de The Eye of the Sandpiper: Stories From the Living World. Se puede conectar con el en Twitter, Instagram y Facebook.

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