Traducido por María Fernanda Enríquez
Se espera que los vehículos automotores estén disponibles en la próxima década. Para 2040, la mayoría de vehículos en las vías serán probablemente controlados por un software – lo cual se espera que salve muchas vidas humanas al reemplazar a los conductores distraídos y afectados por puntos ciegos con competencia de alta tecnología. También existe el potencial de salvar vidas animales.
“Cada año, cientos de millones de animales mueren en colisiones con automóviles,” según los biólogos Amanda Niehaus y Robbie Wilson de la University de Queensland en la publicación Conservation Letters. “El aparecimiento de vehículos automotores brindará nuevas oportunidades para el uso computarizado de sistemas de alerta para animales.”
Varias medidas se utilizan actualmente para hacer a las vías más seguras para la fauna silvestre, incluyendo cercados en las carreteras y cruces especiales. Sin embargo, estos son con frecuencia costosos y son relativamente efectivos. “Creemos que el mayor potencial para reducir las colisiones entre vehículos y animales está aún por venir” según Niehaus y Wilson.
Varios manufacturadores de vehículos automotores están actualmente desarrollando sistemas que usan radares o cámaras infrarrojas para detectar a animales grandes cerca de las vías. Estas tecnologías solamente tocan la superficie de lo que es posible. Podrían ser mejoradas para percibir mejor a animales pequeños; sistemas de navegación conectados al internet podría seguir límites de velocidad variables que disminuyen cuando los animales están más activos o cuando los vehículos se aproximan a focos de colisión.
Para que se vuelva una realidad, sin embargo, Niehaus y Wilson piensan que los biólogos conservacionistas necesitan involucrarse: la recolección de información sobre la distribución de animales atropellados, el estudio de la relación entre velocidad y colisiones, y en general interesarse por el diseño de vehículos más pronto que tarde. Algunas de estas innovaciones no tienen porque esperar: las herramientas científicas para los ciudadanos ya existen para mapear los animales atropellados, y la información puede ser incorporada en sistemas de navegación de GPS.
Sin la guía de los conservacionistas, Niehaus yWilson advierten que los vehículos automotores se preocuparán solamente con colisiones que ponen en riesgo a los humanos. Criaturas pequeñas que solo ocasionan pequeños golpes no serán importantes. Aún más, es posible que las colisiones entre vehículos y animales podrían llegar a ser más frecuentes si a los vehículos automotores se les permite ir a límites de velocidad superiores a lo normal “porque la industria no está considerando su efecto en la fauna silvestre.”
“Aunque muchos innovadores son entusiastas de establecer una reputación ‘verde,’ es el rol de los biólogos conservacionistas el asegurar que la información apropiada esté disponible y sea utilizada,” de acuerdo a Niehaus y Wilson. Y no son solo los científicos quienes juegan un rol: los ciudadanos y consumidores pueden presionar a las compañías de vehículos automotores para que tomen en cuenta la seguridad animal y la humana. Después de todo, no solamente los humanos usan nuestras vías.
Fuente: Niehaus, Amanda C. y Wilson, Robbie S. “Integrating conservation biology into the development of automated vehicle technology to reduce animal–vehicle collisions.” Conservation Letters, 2017.
Imagen: L-A / Flickr
Acerca del autor: Brandon Keim es un periodista freelance especializado en ciencia, animales y naturaleza, y el autor de The Eye of the Sandpiper: Stories From the Living World. Se puede conectar con el a través de Twitter, Instagram y Facebook.