A medida que se vuelve más y más caliente, los insectos vendrán por nuestros cultivos

Traducido por María Fernanda Enríquez

El cambio climático favorecerá la suerte de los insectos, y eso podría ser una mala noticia para nuestros cultivos, según un reciente ensayo publicado en Science. Es el primer estudio que examina cómo los insectos impactarán la agricultura a escala global bajo un clima cálido, y muestra que los tres principales cultivos básicos del planeta -trigo, maíz y arroz- estarían amenazados, con implicaciones para la nutrición futura de billones de personas.

 Las temperaturas crecientes afectarán a los insectos de dos formas: al aumentar su tasa metabólica, lo que los vuelve más hambrientos por las plantas; y ayudando al crecimiento de su población. Utilizando un modelo para evaluar el impacto de estos dos factores sobre el trigo, el arroz y el maíz, bajo un aumento de temperatura proyectado de 2°C para 2050, los investigadores encontraron que las pérdidas de cultivos serían profundas en muchas partes del mundo. 

Los efectos se sentirían especialmente en regiones templadas de mayor crecimiento como Estados Unidos, China y muchos países europeos. Por ejemplo, el trigo, que crece principalmente en zonas templadas más frías, experimentaría un aumento del 46% en la pérdida de rendimiento inducida por insectos. Esto se debe a que las temperaturas crecientes en estas zonas brindarán las condiciones óptimas que los insectos necesitan para proliferar. A medida que los inviernos se calienten, también aumentará la capacidad de los insectos para sobrevivir a lo largo de las estaciones. El efecto es que el calentamiento impulsaría las poblaciones de insectos y aceleraría su metabolismo, un doble golpe que pondría en peligro los cultivos locales. De hecho, en varios países europeos productores de trigo, incluidos el Reino Unido, Suecia y Francia, el trigo experimentaría un aumento de hasta el 75% en la pérdida de rendimiento inducida por insectos. 

En las regiones tropicales las temperaturas ya son casi óptimas para los insectos, lo que aísla los cultivos hasta cierto punto. Esto se debe a que aumentar el calor aumentaría el metabolismo de los insectos, pero también reduciría el crecimiento de la población, lo que limita el daño a los cultivos que pueden ocasionar. Sin embargo, los investigadores encontraron que los cultivos tropicales como el arroz todavía experimentarían un aumento del 19% en las pérdidas de rendimiento a medida que los insectos se arraigan. La producción de maíz – en regiones donde se espera que las poblaciones de insectos aumenten y disminuyan – experimentaría un aumento del 31% en la pérdida inducida por insectos. 

Los investigadores hicieron estos hallazgos recopilando datos de laboratorio sobre las respuestas fisiológicas de los insectos al calor. Combinaron esa información con datos sobre la ocurrencia global de esos insectos, y luego tomaron en cuenta los datos climáticos proyectados en un escenario sin cambios, donde las temperaturas globales aumentan en 2°C. 

Señalan que para mapear completamente las interacciones cultivo-insecto-clima a escalas locales, se requerirán estudios mucho más detallados en el futuro. Pero el mensaje de su estudio es que la explosión global de insectos causada por la temperatura reducirá sustancialmente los suministros mundiales de granos. Dado que las zonas templadas son algunas de las más productivas para los cultivos de cereales, es particularmente preocupante que estas regiones sientan los peores efectos, señalan los investigadores. Los granos representan un asombroso 42% de las calorías que consumen los humanos, por lo que, si se reducen sus rendimientos, tendría un gran impacto en la nutrición mundial, a menos que comencemos a prepararnos para esta futura amenaza. 

Los agricultores podrían adaptarse desarrollando nuevas rotaciones de cultivos para evadir enjambres de insectos devoradores. Enfrentarse a esta amenaza también requerirá innovación agrícola, como cultivos reproductivos resistentes a las plagas, así como al cambio climático. Así como los insectos se adaptan al aumento de las temperaturas, los humanos tendremos el desafío de hacerlo también.

Fuente: Deutsch, et. al. “Aumento de las pérdidas de cultivos por plagas de insectos en un clima cálido.” Science. 2018.

Imagen: Flickr

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