Desacelerar la expansión de la agricultura es la mejor manera de bloquear el carbono

Traducido por María Fernanda Enríquez

Según un nuevo estudio en Current Biology, las medidas para mitigar diseñadas para almacenar el carbono en tierras cultivables no alcanzan los beneficios para el clima que obtendríamos si desaceleramos la expansión de la agricultura.

Los investigadores midieron la cantidad de carbono almacenado en la vegetación en varios escenarios agrícolas y hábitats silvestres en tres países:  esto reveló que desacelerar la expansión agrícola era, sin duda, la mejor manera de parar la pérdida del carbono secuestrado – y el hallazgo fue consistente en los tres países.  Las reservas de carbono fueron más bajas en tierras agrícolas de cualquier tipo, comparado con los hábitats naturales en las localidades donde se realizó el estudio.  Y esto se mantiene aún en granjas donde se han introducido medidas para captación de carbono. 

Estos esfuerzos – que, por ejemplo, incrementan el almacenamiento de carbono en tierras cultivables al integrar los cultivos con árboles y matorrales que capturan carbono – pueden, sin embargo, reducir la productividad agrícola.  Al integrar la captura de carbono en tierras cultivables podría empujar a los agricultores a expandirse a hábitats silvestres para obtener las cosechas requeridas, lo cual libera el carbono que ha sido secuestrado en árboles y plantas por décadas – posiblemente siglos.  Según los investigadores “aunque suene contraproducente, el tratar de conservar carbono en tierra cultivable resulta en que se almacene menos carbono en todo el entorno.”

Una mejor opción es intensificar la producción agrícola en tierra cultivable existente, aún si esa posibilidad elimina la opción de introducir medidas para captación de carbono en la granja.  Los investigadores llaman este método “ahorro de tierra,” y concluyen que, aunque el rechazar el secuestro de carbono en las granjas parezca contraproducente, esta forma de agricultura “consistentemente resultó en una mayor cantidad regional de reservas de carbono que ninguna otra estrategia.” La amplia magnitud de hábitats que analizaron – desde bosques tropicales a humedales – también sugiere que sus resultados se pueden aplicar a varios contextos alrededor del mundo.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores realizaron miles de mediciones de carbono – incluyendo mediciones de 11,000 árboles – de diversas áreas de cultivo y hábitats naturales en Polonia, Ghana y México.  Combinaron esta información con entrevistas exhaustivas con los agricultores e información agrícola existente para identificar donde el almacenamiento de carbono era mejor a través de los lugares estudiados.

Por supuesto que la noción de parar la expansión de la tierra cultivable que sugieren los investigadores no es práctica y es poco probable – y ellos lo saben.  Alimentar a una población global en crecimiento demandará que transformemos algunos de los hábitats silvestres restantes para el cultivo de alimento.

Pero los hallazgos muestran concretamente lo beneficioso que sería dejar las tierras silvestres sin desarrollar.  Y apreciar su valor podría impulsarnos a encontrar formas innovadoras de agricultura – eficientes en uso de espacio, o agricultura vertical – que podrían al menos minimizar el daño a los hábitats naturales. 

De igual manera, los rendimientos altos, cultivos respetuosos con el clima, y medidas relacionadas con la agricultura—muchas de las cuales están bajo desarrollo ahora mismo – producirían más alimento por hectárea y minimizarían las necesidades de los agricultores de introducirse en los bosques, humedales, y pastizales donde se almacena el carbono.  Y si desperdiciáramos menos alimento, y limitáramos el consumo excesivo, reduciendo la demanda de alimentos, habría menos presión en la tierra, según los investigadores. 

Finalmente, los investigadores afirman que las soluciones girarán en torno a “reducir el área de tierra cultivable que necesitaremos para alimentar a 10 billones de personas en las próximas décadas.”

Fuente: Williams et. al. “Carbon Storage and Land-Use Strategies in Agricultural Landscapes across Three Continents.” Current Biology. 2018.

Imagen: Lou Gold via Flickr

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