Cómo convertir el CO2 en muebles, medicamentos y plásticos, de manera económica y eficiente

Traducido por María Fernanda Enríquez

 Los investigadores han encontrado una forma de convertir el dióxido de carbono en plásticos, telas y otros productos útiles de manera más eficiente y económica que antes. El nuevo método, descrito en la revista Energy and Environmental Science, es una forma de fotosíntesis artificial. 

Las plantas son excelentes para usar la energía del sol para convertir el dióxido de carbono y el agua en carbohidratos como combustible. Los científicos han estado tratando de imitar este proceso para producir combustibles limpios, medicamentos y otros productos que utilizan el dióxido de carbono que calienta el planeta.

 Los investigadores han tenido éxito al usar esta técnica para producir combustibles como etanol, metano e hidrógeno con rendimientos relativamente altos. El problema es que los procesos conocidos son aún demasiado ineficientes, requieren mucha energía y son costosos para ser factibles a escala comercial. Y eso se debe principalmente al catalizador que se necesita para desencadenar las reacciones químicas. 

Un equipo de la Universidad de Rutgers creó un grupo de cinco catalizadores diferentes que se hacen con níquel y fósforo abundantes y, por lo tanto, de bajo costo. Estos catalizadores convierten el dióxido de carbono y el agua en compuestos químicos que contienen uno, dos, tres o cuatro átomos de carbono con una eficiencia superior al 99 por ciento. El proceso es altamente eficiente en energía y no requiere mucha electricidad.

Los compuestos de carbono pueden usarse como bloques de construcción para hacer materiales útiles. El número de átomos de carbono en el producto final depende del catalizador utilizado y de las condiciones de reacción. 

Las cadenas de carbono más largas son más valiosas y podrían servir como bloques de construcción de plásticos. Dos de los productos podrían usarse como precursores de plásticos, adhesivos y productos farmacéuticos, según los investigadores, y uno de ellos puede ser un sustituto más seguro de la tóxica formalina.

Los investigadores ahora tienen patentes sobre el proceso y han fundado una nueva empresa para comercializar la tecnología. Planean modificar las reacciones químicas para crear otros productos como los hidrocarburos y están trabajando para ampliar la tecnología y producir mayores cantidades de productos finales. 

Fuente: Karin UD Calvinho et al. Reducción selectiva de CO2 a oxihidrocarburos C 3 y C 4 en fosfuros de níquel en puntos de sobretensión tan bajos como 10 mV. Energy & Environmental Science, 2018.

 

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