El temible futuro de la naturaleza con menos nitrógeno.

Traducido por Brenda Moreno Espinosa

De todos los cambios inducidos por el hombre a los ciclos químicos de la Tierra, nuestro uso del nitrógeno es uno de los más profundos. Por lo general, esto es evidente cuando hay mucho, como cuando las algas inducidas por fertilizantes extinguen la vida en el Golfo de México, pero hay otra forma, pasada por alto, de que el nitrógeno ha disminuido. En muchas partes del mundo terrestre, las plantas pronto podrían contener muy poco, con consecuencias potencialmente desastrosas.

En un estudio publicado en Nature Ecology & Evolution, un equipo de 38 investigadores liderados por Joseph Craine, un ecólogo y Jonah Ventures, describen sus análisis de más de 40,000 muestras de vegetación recolectadas en 37 continentes en todos los continentes, excepto en la Antártida. Querían saber si la disponibilidad de nitrógeno, uno de los componentes químicos de la vida, está cambiando.

Ciertamente parece ser que sí. Según los investigadores, las plantas fuera de los entornos agrícolas ahora contienen un 9 por ciento menos de nitrógeno que en 1980. Y eso, dice Craine, puede ser solo la última etapa de un declive planetario que comenzó hace un siglo. “Podría cambiar cómo funcionan los ecosistemas terrestres”, mencionó el investigador.

Es una forma inusual de pensar sobre el nitrógeno. Gracias a los fertilizantes ricos en nitrógeno y la incineración de combustibles fósiles que generan nitrógeno, muchas regiones están lidiando con un exceso ambiental del elemento. Pero al mismo tiempo, explica Craine, los niveles elevados de dióxido de carbono atmosférico han acelerado la fotosíntesis de las plantas, lo que lleva a la producción de más materia vegetal incluso cuando la cantidad de nitrógeno disponible para sus raíces permanece constante.

El resultado es una dilución a escala de ecosistema. Las concentraciones de nitrógeno en una base de hoja por hoja disminuyen. Y eso podría tener efectos en cascada.

Después de todo, el nitrógeno es un elemento clave en las proteínas. Las criaturas que comen plantas pueden volverse limitadas en proteínas, lo que conduce a estrés en la dieta y cambios en el metabolismo de la reproducción. Los investigadores sugieren que los descensos de nitrógeno pueden estar implicados en descensos masivos, aún sin explicación, en las poblaciones de insectos. Simplemente no hay tanta proteína para ellos como solía haber.

Lo anterior es solo una hipótesis. Se necesita más investigación para demostrar si es correcto. Aun así, es una posibilidad preocupante. También es posible que los herbívoros de los vertebrados se vean afectados de manera similar, lo que lleva a colapsos poblacionales.

“El único que se beneficia de comer plantas, dice Craine, es el fuego”. Al fuego  no le importa cuáles son las concentraciones de nitrógeno en las plantas. Mientras se coma menos plantas, estas se quemaran”.

Habiendo identificado el problema: ¿qué pasa con las soluciones? Craine sugiere que las personas empiecen a pensar en cómo fertilizar los ecosistemas, al menos temporalmente, hasta que los niveles de CO2 en la atmósfera estén bajo control. Al igual que con tantos problemas relacionados con el cambio climático, esa es la solución definitiva, y la posibilidad de que disminuya el nitrógeno de las plantas a nivel mundial solo aumenta la urgencia.

Fuente: Craine et al. “Evidencia isotópica de la oligotrofización de los ecosistemas terrestres”. Nature Ecology & Evolution, 2018.

Sobre el autor: Brandon Keim es un periodista independiente especializado en animales, naturaleza y ciencia, y el autor de El ojo de la lavandera: Historias del mundo vivo. Conéctate con él en Twitter, Instagram y Facebook.

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