Traducido por Brenda Moreno Espinosa
En los últimos años, los científicos han descrito descensos alarmantes en las poblaciones de insectos en todo el mundo. Sin embargo, los insectos no solo están desapareciendo de los ecosistemas; También están escaseando en los libros de texto de biología de la universidad.
“Los libros de texto enmarcan el conocimiento de las generaciones futuras”, escriben los biólogos Jennifer Langwin y Kirin Gangwani en la revista American Entomologist, y los que se usan en la actualidad “no prestan a los insectos la atención justificada por su abundancia y relevancia para la vida humana”.
Los biólogos explican que los insectos comprenden al menos el 60 por ciento de todas las especies animales. Desempeñan funciones cruciales en los servicios de los ecosistemas, como la regulación de plagas, la descomposición, el ciclo de nutrientes y la polinización. Son vínculos fundamentales en las cadenas alimentarias terrestres y acuáticas.
No obstante, en su análisis de 88 libros de texto de introducción a la biología, ampliamente utilizados publicados entre 1907 y 2017, Langwin y Gangwani encontraron que el contenido dedicado a los insectos ha disminuido de manera precipitada. Los textos publicados desde 2000 contienen un 75% menos de material relacionado con insectos que los publicados antes de 1960; el texto moderno promedio ahora asigna solo 5,67 páginas a los insectos, lo que representa un mero 0,59% del contenido del libro.
En contraste, los libros de texto de principios del siglo XX dedicaron un promedio de 32.6 páginas a los insectos, lo que representa el 8.8% del contenido total. Y cuando aparecen insectos en los textos modernos, hay una sobreabundancia de saltamontes y mariposas. Los saltamontes constituyen solo el 2% de las especies de insectos, pero representan aproximadamente una cuarta parte de las imágenes de insectos; aparecen con más frecuencia que los escarabajos, que comprenden un 37% de todos los insectos.
Además, “el lenguaje en los libros de texto se ha vuelto estéril”, dicen Langwin y Gangwani. Mientras que las descripciones de los insectos estuvieron una vez cargadas emocionalmente, a menudo con aborrecimiento, pero a veces “llenas de admiración”, el tono ahora es sordo. “Incluso la presencia crucial de los insectos en los ecosistemas se presenta de manera independiente, como si los humanos no fueran parte de esos ecosistemas”, escriben los investigadores.
Sitúan estas tendencias dentro de una mayor subrepresentación de insectos en la ciencia, y también una disminución en la apreciación tanto de la biodiversidad como de la historia natural. Las páginas que antes se dedicaban a los animales y las plantas ahora están reservadas para la genética y la biología celular. El efecto es un desprendimiento de la naturaleza en general y de los insectos en particular, ya que los datos ecológicos básicos están ocultos y los conceptos erróneos, como la creencia de muchos estudiantes de secundaria de que “los insectos viven solo en la tierra o debajo de ella”, no son cuestionados.
Es una “perspectiva preocupante”, escriben Langwin y Gangwani, “porque las actividades humanas están contribuyendo directa e indirectamente a la disminución brusca de la abundancia y diversidad de insectos en todo el mundo”. Los libros de texto de biología pueden dejar a las futuras generaciones mal equipadas para siquiera reconocer el problema y mucho menos resolverlo.
Fuente: Gangwani, Kiran y Landin, Jennifer. “La declinación de la representación de insectos en los libros de texto de biología a lo largo del tiempo”. American Entomologist, 2018.
Imagen: Flickr: Mysserli
Sobre el autor: Brandon Keim es un periodista independiente especializado en animales, naturaleza y ciencia, y el autor de El ojo de la lavandera: Historias del mundo vivo. Conéctate con él en Twitter, Instagram y Facebook.