Los que se oponen fuertemente a los alimentos genéticamente modificados son los que en realidad tienen poco conocimiento científico

Traducido por María Fernanda Enríquez

 Las personas que son las que más se oponen a los alimentos modificados genéticamente se alimentan de la creencia de que están más informadas sobre la ciencia de los GM de lo que realmente están. 

Estos son los hallazgos del reciente estudio de Nature Human Behaviour, que encuestó a más de 1000 personas de los Estados Unidos, Alemania y Francia sobre sus opiniones y conocimientos sobre los alimentos GM. Dirigido por un equipo de investigadores de negocios y psicología, encontró que más del 90% de los participantes expresaron un grado de oposición a los alimentos GM, que giraba principalmente en torno a preocupaciones de salud y seguridad. Cuando los investigadores pidieron a los encuestados que calificaran su nivel de conocimiento sobre el tema, encontraron que aquellos que se oponían más tendían a considerarse como los más informados. 

Yendo un paso más allá, los investigadores luego probaron objetivamente la comprensión científica real de los participantes sobre los alimentos GM, con preguntas verdaderas/falsas como “Todos los animales y plantas tienen ADN” (lo cual es cierto). En realidad, resultó que aquellos que se otorgaron a sí mismos las calificaciones de conocimiento más altas, de hecho, sabían menos sobre la ciencia de alimentos GM. 

En otras palabras, aquellos con los puntos de vista anti-alimentos GM más fuertes fueron los más ignorantes sobre este tema.

Este es un fenómeno bien conocido: investigaciones anteriores han encontrado que aquellos que tienen opiniones extremas a menudo no reconocen ni aceptan los matices de un argumento. Esto los lleva a confiar más en su propio conocimiento y a ser más propensos a creer ideas falsas. “El exceso de confianza en el conocimiento de uno está asociado con una menor apertura a la nueva información”, escriben los investigadores. 

En contraste con el escepticismo público generalizado sobre los alimentos GM descubierto por el estudio, la mayoría de los científicos ahora aceptan que los alimentos GM son seguros para el consumo humano y que ofrecen una solución a algunos de nuestros mayores desafíos futuros. Los alimentos como los cereales y las verduras se crían para tener un mayor contenido de nutrientes, para producir mejores rendimientos y para contener la resistencia incorporada a las enfermedades y al calor, características que podrían mejorar la seguridad alimentaria en un clima global que cambia rápidamente. 

Pero como reveló el estudio, muchas personas no lo ven de esta manera. Para probar cómo los participantes responderían a otros temas “controversiales”, los investigadores también llevaron a cabo estudios paralelos que analizaron las percepciones de las personas sobre la terapia génica para curar enfermedades en humanos y el cambio climático. Encontraron una tendencia similar con la terapia génica: las personas que se oponían más a esta intervención médica creían que sabían más, pero en realidad no sabían mucho al respecto. 

Sin embargo, cuando se trataba del cambio climático, el patrón era diferente, dado más por la preferencia política que por el conocimiento o la falta de este. Esto subrayó el poder de la política para dar forma al sesgo público. 

En general, la investigación reveló un profundo abismo entre el conocimiento auto asumido de las personas y su comprensión real de la ciencia. Pero hay otra pieza de este rompecabezas: parte del problema puede ser, de hecho, la forma en que los investigadores, comunicadores científicos y formuladores de políticas lo han abordado hasta ahora. 

El método estándar de inundar a las personas con información no es necesariamente la mejor manera de enfocar los conceptos erróneos acerca de los alimentos transgénicos, dicen los investigadores, porque es más probable que las personas con opiniones extremas rechacen la información, pensando que ya comprenden el problema en cuestión.

En lugar de descargar información, los investigadores sugieren un método más matizado que ayude a las personas a aceptar, en primer lugar, que no están tan bien informados como podrían creer. “Un requisito previo para cambiar los puntos de vista de las personas a través de la educación puede ser hacer que primero aprecien las lagunas en su conocimiento”, escriben los investigadores. Si una de las tecnologías más prometedoras para el futuro del planeta va a obtener el apoyo público que tanto necesita, este enfoque puede ser crucial para que las personas estén de su lado. 

Fuente: Fernbach, et. al. “Los oponentes extremos de los alimentos modificados genéticamente son los que menos saben, pero creen que son los que más saben.” Nature Sustainability. 2019.

Imagen: Pixabay

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