Ladrillos sostenibles hechos de aguas residuales.

Traducido por Brenda Moreno Espinosa

La tercera casa de cerditos hecha de ladrillos lo salvó del lobo. Pero no era la más ecológica. La fabricación de ladrillos es intensiva en carbono y crea una contaminación tóxica del aire. En un nuevo estudio publicado en la revista Buildings ingenieros de la Universidad RMIT en Australia han propuesto ladrillos hechos en parte con desechos de aguas residuales tratadas. La idea podría ser difícil de digerir para algunos, pero beneficiaría enormemente al medio ambiente.

Para hacer ladrillos, una mezcla de arcilla y materiales de concreto se calienta a temperaturas entre 900 y 1200 ° C. Esto requiere quemar mucho combustible. En los países del sur de Asia, donde los ladrilleros quemarán carbón, biomasa y basura para este proceso, los hornos de ladrillos tienen un impacto de calentamiento global equivalente al de todos los carros de pasajeros en los Estados Unidos, y los contaminantes que generan matan a decenas de miles de personas cada año. Según algunas estimaciones, alrededor del 8 por ciento de las emisiones globales de carbono provienen de la fabricación de ladrillos.

Los ladrillos hechos de aguas residuales ayudarían a limpiar el aire. Una vez que las aguas residuales se tratan y se secan en las plantas de tratamiento de aguas residuales, algunos de los sólidos se utilizan para hacer fertilizantes. Pero un buen 30 por ciento se almacena o se envía a un relleno sanitario. La incorporación de los biosólidos en los ladrillos daría un buen uso a estos residuos, y reduce las emisiones contaminantes de la fabricación de ladrillos.

Los investigadores de la Universidad RMIT recolectaron tres muestras diferentes de residuos de biosólidos de dos plantas de tratamiento y las utilizaron para fabricar ladrillos que contienen 10, 15, 20 y 25 por ciento de residuos biológicos. Informaron que los ladrillos que contienen un 25 por ciento de sólidos de aguas residuales requieren aproximadamente la mitad de la energía para fabricarlos como ladrillos regulares.

Los ladrillos también serían mejores para el medio ambiente de otras maneras. Cada año se extraen más de tres mil millones de metros cúbicos de tierra arcillosa en todo el mundo para producir alrededor de 1,5 billones de ladrillos. Eso es “equivalente a más de 1000 campos de fútbol excavados a 440 m de profundidad o a una profundidad superior a tres veces la altura del Sydney Harbour Bridge”, escriben los investigadores. Los ladrillos biosólidos podrían reducir la necesidad de tal excavación masiva.

Además, los investigadores encontraron que entre el 43 y el 99 por ciento de los metales pesados ​​presentes en los biosólidos permanecen atrapados en los ladrillos, evitando que se filtren al medio ambiente.

Los ladrillos pasaron las pruebas de resistencia a la compresión. Eran más porosos que sus primos convencionales, lo que los hacía más aislantes. Y como un bono adicional eran más baratos de producir.

Según los investigadores, se necesitan pruebas adicionales antes de que los ladrillos se produzcan a gran escala porque los residuos de aguas residuales en diferentes partes del mundo pueden tener diferentes composiciones y rasgos químicos. Pero en función de los resultados de sus estudios, proponen que incluir un contenido mínimo de 15% de biosólidos en el 15% de la producción de ladrillos podría “reciclar completamente los aproximadamente 5 millones de toneladas de producción anual de biosólidos sobrantes en Australia, Nueva Zelanda, la UE, los EE. UU. y Canadá. Esta es una propuesta práctica y sostenible para reciclar todos los biosólidos sobrantes en todo el mundo”.

Fuente: Abbas Mohajerani et al. Propuesta para reciclar las reservas no utilizadas del mundo de lodos de aguas residuales tratadas (biosólidos) en ladrillos de arcilla cocida. Edificios, 2019.

Foto: RMIT University

Share This Article