Uso de las redes sociales para medir el costo psicológico de la contaminación del aire.

Traducido por María Fernanda Enríquez

La gente está menos contenta los días cuando el aire está más contaminado, según un análisis de 210 millones de publicaciones en el sitio de medios sociales chinos Sina Weibo. 

Los investigadores han sospechado que la contaminación del aire es generalmente alta y que el aire sucio debido a la industrialización, la quema de carbón y los vehículos motorizados se ha convertido en un obstáculo para el bienestar de los habitantes de las ciudades chinas. Pero estos efectos son difíciles de medir. 

Ahí es donde entra en juego Weibo, la versión china de Twitter. Un equipo internacional de investigadores analizó las publicaciones realizadas entre el 1 de marzo y el 30 de noviembre de 2014 y las etiquetas geográficas en 144 ciudades chinas diferentes. 

Utilizaron un software especializado de análisis semántico para medir el sentimiento expresado en cada publicación de Weibo, luego desarrollaron un índice de felicidad diaria en una escala de 1 a 100 para cada ciudad. Los investigadores reportaron sus hallazgos el 21 de enero en Nature Human Behavior

Los usuarios de Weibo expresaron significativamente más felicidad en sus publicaciones en los días que ofrecieron buenas noticias, como cuando Beijing organizó una reunión de Cooperación Económica Asia-Pacífico, y menos felicidad en los días en que surgieron malas noticias, como el accidente del vuelo 370 de Malaysia Airlines. Esto refuerza el argumento de que este método puede rastrear los cambios a corto plazo en la felicidad de una población. 

Entonces, ¿qué pasa con el efecto de la contaminación? Los investigadores recopilaron datos sobre los niveles diarios de contaminación en cada ciudad y los integraron en ecuaciones para modelar cómo la contaminación afecta el nivel de felicidad expresado en las publicaciones de las redes sociales. Los detalles de estos análisis están diseñados para maximizar la probabilidad de detectar relaciones causales. 

Los investigadores analizaron las publicaciones de Weibo en relación con el índice general de calidad del aire (AQI) de la ciudad, así como con una variedad de contaminantes individuales. Se enfocaron especialmente en materia de partículas finas, o PM2.5, que puede dañar la salud pulmonar y es una preocupación particular para el público chino como lo indican las búsquedas en Baidu.com, el motor de búsqueda en línea más popular de China. PM2.5 fue el principal contaminante en el 60% de los días de alta contaminación durante el período de estudio. 

Cuando la contaminación general medida por el AQI disminuye en una desviación estándar, el índice de felicidad aumenta en 0.046 desviación estándar. De manera similar, una reducción de una desviación estándar en la concentración de PM2.5 se asocia con un aumento de la desviación estándar de 0.043 en el índice de felicidad. Esos cambios en la felicidad son aproximadamente una décima parte del tamaño de los observados durante los tres días festivos de Mayo. Eso sugiere que el efecto de la contaminación en la felicidad es modesto, pero real. 

“La evidencia aquí respalda la conclusión de que los altos niveles de contaminación del aire disminuyen los niveles de felicidad reportados por la población urbana”, dicen los investigadores. 

La contaminación molesta a la gente más los fines de semana y días festivos que en los días laborales. La contaminación del aire afecta la felicidad de las personas más en días nublados que en días despejados, y más en días demasiado calurosos o demasiado fríos que en aquellos en que la temperatura es agradable. Las mujeres son más afectadas psicológicamente por la contaminación del aire que los hombres. Y las personas tanto en las ciudades más limpias como en las más sucias muestran los cambios de humor más grandes en respuesta a la contaminación del aire. 

“Dado que los sujetos desconocen que se están analizando sus puntos de vista, estos datos pueden ofrecer una visión no filtrada de la vida cotidiana en una nación altamente contaminada”, escriben los investigadores.

Una limitación del estudio es que los usuarios de Weibo no representan una muestra aleatoria de la población china. Por ejemplo, las personas mayores tienen menos probabilidades de usar las redes sociales, pero son más vulnerables a la contaminación del aire. 

Pero esta falta de representatividad en realidad podría ser una bendición cuando se trata de combatir la contaminación en China. Los usuarios de las redes sociales tienden a ser más jóvenes y mejor educados que el promedio, una demografía que el gobierno chino considera particularmente importante. De acuerdo con los investigadores, el hecho de que la contaminación del aire erosione su bienestar y su salud psicológica podría estimular al gobierno a hacer cumplir las regulaciones ambientales. 

Fuente: Zheng S. et al. “La contaminación del aire disminuye la felicidad expresada por los ciudadanos chinos en las redes sociales.” Nature Human Behaviour 2019.

Imagen: Tyler Hewitt via Flickr.

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