Traducido por María Fernanda Enríquez
Un estudio reciente encuentra que en la lucha contra el cambio climático, la energía solar y eólica son más efectivas que la captura y almacenamiento de carbono (CCS). En el informe de Nature Energy, un equipo internacional de investigadores dice que los recursos que se están dirigiendo hacia las tecnologías CCS se invertirían mejor en la creación de nuevas capacidades de energía renovable y almacenamiento de energía para respaldarla.
Se cree que la captura de las emisiones de dióxido de carbono de las centrales eléctricas de combustibles fósiles es fundamental para cumplir los objetivos del acuerdo climático de París. Los investigadores han estado trabajando en varias soluciones diferentes de captura y almacenamiento de carbono, desde formas eficientes y de bajo costo para atrapar el dióxido de carbono del gas de combustión hasta formas de almacenarlo o convertirlo en productos útiles.
Cerca de 43 proyectos de captura de carbono a gran escala están en operación, en construcción o planificados en todo el mundo, con 10 de esas instalaciones operativas en Estados Unidos. Pero la tecnología de captura de carbono sigue siendo costosa y su ampliación ha sido lenta y difícil. Los críticos también dicen que es una solución superficial y que las consecuencias a largo plazo de almacenar dióxido de carbono bajo tierra son inciertas.
En el nuevo trabajo, los investigadores compararon los CCS con las energías renovables desde el punto de vista del retorno de la energía sobre la inversión. Es decir, la relación entre la producción de energía de una planta de energía y la energía invertida en la construcción, operación y combustible.
Calcularon la energía necesaria para las tecnologías de captura de carbono instaladas en diferentes centrales eléctricas de carbón y gas natural. Para las energías renovables, estimaron los costos de energía para construir turbinas y paneles solares, además de la energía necesaria para construir baterías, hidrógeno o almacenamiento hidráulico bombeado.
La energía necesaria para construir equipos de captura de carbono y para operar los procesos redujo la producción neta de energía de las centrales eléctricas. Al final, el retorno de la energía de las energías renovables fue incluso mejor que en las plantas de energía equipadas con CCS.
“Dadas sus desventajas energéticas netas, la captura y el almacenamiento de carbono deben considerarse un nicho y un contribuyente suplementario al sistema energético, en lugar de verse como una opción de tecnología crítica como lo ven los acuerdos climáticos actuales”, dijo Denes Csala, Profesor de almacenamiento de energía y dinámicas de sistemas en la Universidad de Lancaster y coautor de la investigación.
Fuente: Sgouris Sgouridis et al. Análisis comparativo de energía neta de electricidad renovable y captura y almacenamiento de carbono. Nature Energy, 2019.