Así es como las políticas de cambio climático podrían terminar ampliando la brecha de riqueza

Traducido por María Fernanda Enríquez

Las comunidades más ricas en los Estados Unidos tienen más probabilidades de recibir asistencia federal para amortiguar los efectos del cambio climático, y es más probable que cosechen los beneficios de las energías renovables, según muestran dos nuevos estudios.  

Los hallazgos sugieren que sin una cuidadosa atención a la equidad, las políticas de cambio climático podrían terminar reforzando las disparidades existentes en la sociedad en lugar de aliviarlas.  

En el primer estudio, publicado el 9 de octubre en Science Advances, los investigadores analizaron los programas de compra voluntaria de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) dirigidos a propietarios en áreas propensas a inundaciones [1].  

Tales compras son un ejemplo de retiro administrado, en el cual las comunidades se reubican de manera organizada para evitar peligros como inundaciones, aumento del nivel del mar y clima extremo. Los investigadores y planificadores en muchos países están cada vez más de acuerdo en que el retiro administrado será una estrategia de adaptación importante a medida que avance el cambio climático.

“Las compras voluntarias de propiedades en los Estados Unidos se encuentran entre los programas de retiro administrado más antiguos a nivel mundial, y son los medios predominantes a través de los cuales el retiro administrado se ha producido en los Estados Unidos hasta la fecha”, escriben los investigadores. Por lo tanto, los programas proporcionan una buena prueba de cómo el retiro administrado realmente funciona en la práctica.

Los investigadores analizaron una base de datos disponible públicamente de 43,633 compras que se llevaron a cabo entre 1989 y 2017. Descubrieron que se han producido más compras en los condados más ricos y con mayor densidad de población que en los más pobres y menos poblados.

Eso es lo opuesto a la concepción habitual de retiro administrado, que predice que las áreas más ricas y urbanas construirán barreras costeras y otra infraestructura para protección, mientras que las comunidades en las zonas más pobres y rurales se reubicarán porque la construcción de tales barreras no es económicamente factible.

Los condados más ricos y más poblados pueden estar haciendo un mayor uso de los programas de compra porque tienen fondos y personal suficientes para postularse ante el gobierno federal y administrar las compras, dicen los investigadores.  

Dentro de los condados que han hecho uso de los programas de FEMA, las propiedades compradas tienden a ubicarse en vecindarios más desfavorecidos, aquellos con bajos niveles de ingresos, educación e inglés, y una mayor diversidad racial.  

Podría ser que los condados estén tratando activamente de ayudar a las personas vulnerables en áreas de bajos ingresos, o que estén usando compras para limpiar los vecindarios que consideran indeseables. Y no está claro si las personas de color están tomando las compras para salir de viviendas inseguras, o las personas blancas las están usando para mudarse de diversos vecindarios.

Los resultados sugieren que, como los programas están estructurados actualmente, el retiro administrado puede estar disponible solo para comunidades relativamente privilegiadas. Las personas en áreas marginadas pueden quedar solas, ya sea atrapadas en el lugar o su comunidad desintegrándose a través del abandono.

En el otro estudio, publicado el 20 de agosto en Energy Policy, los investigadores utilizaron una base de datos estatal de justicia ambiental llamada CalEnviroScreen para evaluar el despliegue de los sistemas solares en los tejados de California [2].

California tiene la mayoría de los sistemas solares en la azotea de cualquier estado. La energía solar en la azotea es tanto un medio de descarbonización, que proporciona una fuente de electricidad limpia, como una estrategia de adaptación climática, que proporciona energía a los hogares cuando la red se cae debido al peligro de calor o incendio, lo que ocurrirá con mayor frecuencia con el cambio climático.

Hasta ahora, ha habido poca información sobre qué comunidades se benefician más de la energía solar en la azotea. El nuevo análisis sugiere que los beneficios fluyen principalmente hacia los privilegiados: el 5 por ciento más favorecido de las comunidades en todo el estado tiene 8 veces más energía solar en la azotea que el 5 por ciento más desfavorecido.  

California ha ofrecido subsidios para ayudar a los hogares de bajos ingresos a instalar paneles solares, pero el estudio sugiere que factores adicionales como la falta de propiedad de la vivienda, las barreras del idioma y la falta de educación impiden que las personas aprovechen estos programas.

La descarbonización y la adaptación al cambio climático son tareas tan enormes y de gran alcance que es tentador imaginar que resultarán en una transformación general de la sociedad. Pero estos dos estudios sugieren que la realidad puede ser más irregular, ya que las comunidades más ricas y más favorecidas alcanzan un futuro más verde, pero otras se quedan atrás en un pasado dorado.

Fuente: 

1.Mach K. et al.Managed retreat through voluntary buyouts of flood-prone properties.” Science Advances 2019.

2, Lukanov B.R. and E.M. Krieger. “Distributed solar and environmental justice: Exploring the demographic and socio-economic trends of residential PV adoption in California.” Energy Policy 2019.

Share This Article