¿Cuánta energía se necesitaría para acabar con la pobreza?

Traducido por María Fernanda Enríquez

Más de tres mil millones de personas carecen de acceso adecuado a una cocina limpia o electricidad, mientras que más de mil millones carecen de agua limpia y saneamiento, de acuerdo a Narasimha Rao de la Universidad de Yale y sus colegas en un nuevo estudio publicado en Nature Energy. “La energía es un insumo inevitable en el entorno construido que sustenta la vida humana”. Por lo tanto, es importante saber si un objetivo de calentamiento global de hasta 2°C sería compatible con el apoyo a una vida digna para todos.

Para responder a eso, los investigadores abordan la pregunta clave: ¿cuánta energía necesitan las sociedades para satisfacer las necesidades básicas de las personas y sacarlas de la pobreza?

Los investigadores eligieron tres países representativos para su análisis: Brasil, India y Sudáfrica. Para cada uno, observaron los requisitos materiales para las necesidades básicas. Luego calcularon los recursos energéticos necesarios para satisfacer esas necesidades, teniendo en cuenta las condiciones económicas, culturales y climáticas muy diferentes en esos países.

Por ejemplo, los investigadores analizan la energía necesaria para enfriar los hogares a una temperatura y humedad cómodas. Calculan las necesidades de energía para construir una casa de tamaño mínimo (suponen 10 m2 per cápita) y enfriar solo las habitaciones por la noche a una temperatura confortable de 26°C en lugar de 18°C utilizada en la mayoría de los estudios.

Los factores de mayor consumo de energía para una vida digna fueron la movilidad (51–60%), la producción y preparación de alimentos (21–27%) y la vivienda (5–12%). El equipo encontró que otras necesidades básicas de bienestar social, como atención médica, vestimenta, agua, saneamiento y educación, no utilizaron demasiada energía.

Los requisitos de energía, por supuesto, variaban según el país. En Brasil, por ejemplo, la intensidad energética del transporte es alta porque la mayoría de la población depende de los automóviles. Mientras tanto, en India, “más de dos tercios de la población que utiliza el transporte motorizado todavía depende del autobús público y el ferrocarril”, escriben los investigadores.

Sin embargo, en general, descubrieron que la energía requerida para que todos en estos países tengan un nivel de vida decente está muy por debajo de su uso nacional de energía actual, distribuido de manera desigual. Lo que significa que incluso con una mayor demanda de energía, aún podrían cumplir con los compromisos climáticos. Además, el uso de energía de la infraestructura física, el tránsito y los edificios podría reducirse al proporcionar un amplio transporte público asequible y utilizar materiales locales en la construcción de edificios.

Fuente: Narasimha D. Rao, Jihoon Min and Alessio Mastrucci. Necesidades energéticas para una vida digna en India, Brasil y Sudáfrica. Nature Energy, 2019.

Foto: Patrick Bentley/SolarAid

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