Comer pescado no es una estrategia sostenible para la acuacultura en el Antropoceno
Mientras la acuacultura aumenta a paso firme, un nuevo estudio profundiza en la forma de cómo podemos alimentar sosteniblemente a todos esos peces.
Mientras la acuacultura aumenta a paso firme, un nuevo estudio profundiza en la forma de cómo podemos alimentar sosteniblemente a todos esos peces.
Investigadores coreanos informaron sobre una forma sencilla de producir metano a partir de dióxido de carbono utilizando luz solar y metales comunes. La técnica ofrece una forma de reciclar el dióxido de carbono que ya se está bombeando al aire y de reducir la necesidad de excavar para obtener más gas natural.
La mayoría de los plásticos producidos, es decir, 6.3 billones de toneladas métricas, se han convertido en residuos. El planeta generó solo en 2015 una cantidad equivalente a 302 millones de toneladas métricas de residuos plásticos.
El uso de la tierra puede tener mucha más influencia sobre si el Amazonas se quema que el cambio climático.
Los combustibles más limpios y con bajo contenido de azufre utilizados por la industria de envíos, deberían reducir en un tercio el número de muertes relacionadas con la contaminación del aire en todo el mundo. De igual forma reduciría los casos de asma infantil en más de la mitad. Pero esto conlleva una compensación climática: los combustibles de alto contenido de azufre ayudan a enfriar el planeta temporalmente.
Un estudio sugiere que la escasez de tiempo de la crianza de los hijos podría obstaculizar los esfuerzos ambientales
Una nueva investigación revela los beneficios de las dietas basadas en plantas no solo para reducir el uso de la tierra y los gases de efecto invernadero, sino también para proteger las especies animales vulnerables en los trópicos.
Un estudio reciente encuentra que una etiqueta visual simple sobre los alimentos permite a los consumidores tomar decisiones dietéticas más ecológicas.
El área terrestre iluminada artificialmente en todo el mundo ha aumentado un 2,2 por ciento en promedio cada año entre 2012 y 2016 y los investigadores creen que las luces LED son cada vez más culpables.