Cómo el cambio climático podría acortar los embarazos

Traducido por María Fernanda Enríquez

 Si las altas emisiones de carbono continúan, los bebés nacidos en los Estados Unidos podrían perder 250,000 días colectivos de gestación anualmente para fines de siglo. Esa es la conclusión del análisis más extenso hasta la fecha de cómo el calor extremo afecta el momento del parto, publicado ayer en Nature Climate Change.  

Esos días perdidos son importantes porque el tiempo que un bebé pasa en el útero puede tener efectos de largo alcance: los estudios han demostrado que un parto más temprano se asocia con una peor salud y una reducción de las capacidades cognitivas en la infancia.

Se cree que la exposición al calor extremo aumenta la probabilidad de parto al desencadenar el estrés cardiovascular o aumentar los niveles de oxitocina, una hormona involucrada en el parto. Varios estudios anteriores han sugerido un vínculo entre el clima cálido y la duración gestacional más corta, es decir, la cantidad de días que dura un embarazo. Pero los datos de longitud gestacional son propensos a errores y no están disponibles en todas las áreas.

En cambio, el nuevo estudio se basa en registros de nacimiento, una forma de datos mucho más generalizada y confiable. Los investigadores reunieron información sobre 56 millones de nacimientos ocurridos en 445 unidades geográficas diferentes (en su mayoría condados) en los Estados Unidos entre 1969 y 1988.

Hicieron un seguimiento de cómo la tasa de natalidad de cada condado cambió de un día para otro y compararon estos cambios con las variaciones diarias de la temperatura local. Utilizaron un conjunto de ecuaciones para separar los efectos causales de la temperatura de varios otros factores.

“Nuestro modelo compara las tasas de natalidad en un día caluroso particular en un condado determinado con las tasas de natalidad en el mismo día calendario en el mismo condado en otros años en que ese día no fue tan caluroso, mientras controla los cambios a nivel nacional en las tasas de natalidad a lo largo del tiempo”.    

En los días en que el termómetro alcanza los 90°F, las tasas de natalidad aumentan en 0.97 nacimientos por cada 100,000 mujeres en comparación con los días en que la temperatura alta está entre 60 y 70°F. Los nacimientos aumentan aproximadamente un 5% en comparación con la tasa de natalidad diaria promedio del condado.   

Las tasas de natalidad también se elevan en aproximadamente 0,57 nacimientos en los días en que la temperatura alta está entre 80 y 90°F.

El día después de un día de 90 grados, las tasas de natalidad siguen siendo elevadas en 0.66 nacimientos. Sin embargo, dos días después del día caluroso, las tasas de natalidad disminuyen a 0,57 nacimientos por debajo del promedio. Las tasas de natalidad permanecen ligeramente reducidas hasta 15 días después del día caluroso. “Estas disminuciones evidencia de un cambio en la fecha de parto.”

Los resultados sugieren que el clima cálido adelanta los nacimientos de lo que hubieran ocurrido de otra manera, a menudo por solo un par de días, pero a veces hasta por dos semanas.

Los días calurosos tienen un mayor efecto en los bebés de madres negras que en los de madres blancas. Se tarda 30 días después de la exposición al calor extremo para que las tasas de natalidad vuelvan a la normalidad entre las madres negras, lo que sugiere que sus bebés pierden más días de gestación debido al calor.

Basado en el número promedio de días calurosos por año, los investigadores calcularon que se perdieron aproximadamente 151,000 días de gestación por año en los Estados Unidos durante el período de estudio. Al menos 25,000 nacimientos cada año ocurrieron antes de lo que tendrían en ausencia de exposición al calor.

Finalmente, los investigadores utilizaron datos de modelos climáticos globales para calcular cómo los futuros aumentos de calor extremo probablemente acortarán los embarazos. Es probable que cada día de calor adicional afecte el momento de al menos 822 nacimientos.

“A finales de siglo (2080–2099), estimamos que habrá aproximadamente 253,000 días adicionales perdidos de gestación por año en promedio en los Estados Unidos, lo que afectará a casi 42,000 nacimientos adicionales” si continúan las altas emisiones de carbono, escriben.

Es posible que varias medidas de adaptación puedan reducir esos impactos. Los efectos del clima cálido en el momento del nacimiento son más débiles en los condados que experimentan más días calurosos, lo que sugiere que las personas pueden aclimatarse fisiológicamente. El aire acondicionado también ayuda a mitigar el efecto, especialmente al disminuir la exposición al calor durante la noche. El problema, por supuesto, es que el aire acondicionado aumenta las emisiones de gases de efecto invernadero, empeorando los impactos en la salud a largo plazo.

Fuente: Barreca A. and J. Schaller.The impact of high ambient temperatures on delivery timing and gestational lengths.” Nature Climate Change 2019.

Imagen: 俊宏 潘 via Flickr

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